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viernes, 25 de marzo de 2011

Me importa un pito, de Oliverio Girondo



                       No se me importa un pito que las mujeres...
                                                                                    OLIVERIO GIRONDO

No se me importa un pito que las mujeres

tengan los senos como magnolias o como pasas de higo;
un cutis de durazno o de papel de lija.
Le doy una importancia igual a cero,
al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco
o con un aliento insecticida.
Soy perfectamente capaz de sorportarles
una nariz que sacaría el primer premio
en una exposición de zanahorias;
¡pero eso sí! -y en esto soy irreductible- no les perdono,
bajo ningún pretexto, que no sepan volar.
Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme!
Ésta fue -y no otra- la razón de que me enamorase,
tan locamente, de María Luisa.
¿Qué me importaban sus labios por entregas y sus encelos sulfurosos?
¿Qué me importaban sus extremidades de palmípedo
y sus miradas de pronóstico reservado?
¡María Luisa era una verdadera pluma!
Desde el amanecer volaba del dormitorio a la cocina,
volaba del comedor a la despensa.
Volando me preparaba el baño, la camisa.
Volando realizaba sus compras, sus quehaceres...
¡Con qué impaciencia yo esperaba que volviese, volando,
de algún paseo por los alrededores!
Allí lejos, perdido entre las nubes, un puntito rosado.
"¡María Luisa! ¡María Luisa!"... y a los pocos segundos,
ya me abrazaba con sus piernas de pluma,
para llevarme, volando, a cualquier parte.
Durante kilómetros de silencio planeábamos una caricia
que nos aproximaba al paraíso;
durante horas enteras nos anidábamos en una nube,
como dos ángeles, y de repente,
en tirabuzón, en hoja muerta,
el aterrizaje forzoso de un espasmo.
¡Qué delicia la de tener una mujer tan ligera...,
aunque nos haga ver, de vez en cuando, las estrellas!
¡Que voluptuosidad la de pasarse los días entre las nubes...
la de pasarse las noches de un solo vuelo!
Después de conocer una mujer etérea,
¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre?
¿Verdad que no hay diferencia sustancial
entre vivir con una vaca o con una mujer
que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo?
Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender
la seducción de una mujer pedestre,
y por más empeño que ponga en concebirlo,
no me es posible ni tan siquiera imaginar
que pueda hacerse el amor más que volando.
ü  

ü  ARGUMENTO.

A EL NO LE IMPORTA EL VALOR QUE  TIENE  UNA MUJER COMO TAL, QUE CARACTERISTICAS FISICAS TENGA,  SI ES INTELIGENTE,  SI TIENE VALORES,  SI TIENE FORMACION EDUCATIVA, ETC; A EL LO UNICO  QUE LE IMPORTA ES QUE ELLA  LE INVITE A VOLAR Y QUE ESTA HAGA TODO LO QUE EL NECESITA PARA SENTIRSE COMPLACIDO, PARA EL NO HAY DIFERENCIA ENTRE UNA MUJER Y UNA VACA.

ü  CONFLICTO
UTILIZA A LAMUJER UNICAMENTE PARA SU PROPIO PROVECHO MEDIANTE ORDENES, APROVECHANDOSE DE LOS SENTIMIENTOS DE ELLA.

ü  SECUENCIAS.
SITUACION INICIAL
EUFORICA.
No se me importa un pito que las mujeres
tengan los senos como magnolias o como pasas de higo;
un cutis de durazno o de papel de lija.
Le doy una importancia igual a cero,
al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco
o con un aliento insecticida.
Soy perfectamente capaz de sorportarles
una nariz que sacaría el primer premio
en una exposición de zanahorias;


PROCESO
DESMEJORA.
Ésta fue -y no otra- la razón de que me enamorase,

tan locamente, de María Luisa.

¿Qué me importaban sus labios por entregas y sus encelos sulfurosos?

¿Qué me importaban sus extremidades de palmípedo
y sus miradas de pronóstico reservado?
¡María Luisa era una verdadera pluma!



SITUACION FINAL
DISFORICA.
Después de conocer una mujer etérea,

¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre?

¿Verdad que no hay diferencia sustancial

entre vivir con una vaca o con una mujer
que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo?
Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender
la seducción de una mujer pedestre,
y por más empeño que ponga en concebirlo,
no me es posible ni tan siquiera imaginar
que pueda hacerse el amor más que volando.




ü  Oposicion

amor
Desamor
amanecer
anochecer
volar
Ir despacio
paraíso
infierno
posible
Imposible.


Espacio.
Espacios de una casa, menciona el paraíso, las nubes, cielo.

ü  Tü  Tiempos
No esta especificado exactamente en el tiempo en la que se desarrolla historia pero hace mención de mañana, tarde y noche.

ü  Lo denotado.
A el no le importa como es la mujer físicamente lo único que le importa es que sepa volar y poder trasladarlo al paraíso, entre nubes, estrellas y cielo.

ü  Lo connotado.
No le interesan los sentimientos de ella, lo único que le importa es sentirse satisfecho que ella sepa volar.

ü  Propuesta ideológica.
Todos los hombres al ver a una mujer tenemos una opinión distinta, dependiendo de nuestros valores, lo importante acá es respetar a las mujeres y no hacerlas esclavas de nosotros mismos.


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